Se trata de un magnífico timbrado de bella planta con 93 puntos acreditados en una planilla firmada por el juez Luis Maria Paniagua, que adquirí al que ya se ha convertido en mi amigo Manuel Gordillo de Cáceres. Pues el animalito, por así decirlo, tiene una mala leche que no se la aguanta, se comporta como un obseso sexual que no deja respirar a la hembra, dócil y cumplidora por demás. La hembra está incubando una puesta de 5 huevos que dudo sean fértiles pués las peleas que tenían eran épicas, este canario "bellotero" no ha dado muestra de afecto alguna. Ha ido a la suya, a fecundar cuanto más mejor y nada más. Cuando la hembra inició la incubación tras retirarle los huevos falsos y poner los originales decidí separar el macho mediante la rejilla dada la actitud agresiva del mismo. Sin embargo, al cabo de unos días pensé que la agresividad manifiesta habría remitido y procedí a juntar de nuevo la pareja. Craso error !Qué cabrón! El "bellotero", encelado como una abeja, nada más pensaba en estar encima de la hembra y constantemente la molestaba e intentaba que ésta dejara el nido siendo así que volví a separarlo. Técnicamente esta pareja está divorciada, ahora resta esperar el nacimiento de la prole y ver cómo se comporta este fogoso ejemplar. Espero que llegado el momento alimente a la hembra y a los pichones y asuma sus funciones de padre dulcificando su agresivo carácter. Aunque en honor a la verdad, no tengo muchas esperanzas de que así sea.
De esta nidada de 5 huevos sólo han nacido dos pollos, uno murió caído del nido y sobrevive un ejemplar que tengo apartado con su madre. El macho, una tarde que lo dejé sin la rejilla agredió a la hembra dejándolola casi sin plumas y provocó la muerte del pollo. Definitivamente lo aparto.
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