La importancia de la Genética en los Canarios Timbrados

Acabados los concursos, es momento de seleccionar las parejas reproductoras. En esta época muchos andamos con un bloc o libro de notas anotando diferentes variables de machos y hembras que puedan congeniar y mejorar nuestros aviarios. Ante todo, hay que poner en valor y analizar bien, muy bien, los ejemplares que tenemos en casa. Si su canto es de nuestro agrado y son técnicamente buenos, digo si han superado con nota la prueba de los concursos, procede conservar lo que tenemos. Las parejas reproductoras del año o años anteriores que han transmitido genética positiva y han criado estos timbrados de nuestro gusto que presentan planillas sin faltas, con mejor o peor puntuación, son la base del aviario y que procede mantener. El pal del paller que decimos en Catalunya, el palo que sostiene el pajar. Son muchos los criadores que no saben conservar lo bueno que tienen en casa. Y cada año se ponen a comprar al tuntun, a la buena de Dios. Adquirir un timbrado campeón de aquí u otro campeón de allí o uno de 98 puntos o una hermana de aquel de más allá o de ese criador que este año lo ha ganado todo, acostumbra a ser un mal remedio. Un parche que no oculta el problema de fondo: la falta de selección genética por parte del criador. Y cuando hablo de selección genética quiero decir saber elegir timbrados que transmiten buena voz, dicción, ritmo y repertorio. Personalmente estuve muchos años, del 2012 al 2017 con la misma cepa de ejemplares. Y contento pero siempre con ánimos de mejorar, eso sí. A esto lo denomino fijar una linea. El objetivo a cumplir por cualquier timbradista. Repito: fijar una linea.
Servidor soy de letras, en el cole las clases de ciencia y biología como que no me  iban. Ni me van ahora. Todo el rollo ese de cromosomas positivos o negativos, la ley de Mendel y el tostón de AA + aa = AA o  aa o Aa en el colegio las superé como pude. Viene esto a cuento porque a la hora de seleccionar las parejas, científicamente poca o ninguna argumentación técnica puedo aportar al conocimiento y mejora de los estudios realizados. Simplemente me guío por intuición propia, observación pura y dura y selección rigurosa de los mejores ejemplares y sus hermanas. ¿Cómo elijo mis reproductores? Repito: voz clara y cristalina, dicción en calidad de emisión, ritmo y repertorio.

Ahora bien, esta selección previa tampoco asegura resultados ciertos. Este año que ya acaba puse doce hembras y cuatro machos reproductores a criar. De todo este ganado aviar, sólo conservaré el 2019 dos machos y unas pocas hembras. Los que mejor han transmitido la calidad que busco en mi aviario. Selección y más selección, ¿Acertada? El año próximo lo sabré. Error acierto, acierto y error. Así ha avanzado la ciencia que no quería estudiar de niño. La buena educación tiene mucha incidencia en el rendimiento final. Esta es otra cuestión no menos importante. En canaricultura dos más dos no son cuatro. Aparear el timbrado Campeón del Mundo 2017 con la hermana del timbrado Campeón del Mundo 2018 es muy incierto que dé como resultado el timbrado Campeón del Mundo 2019. Una buena genética de base junto con un trabajo riguroso, constante, metódico y efectivo acostumbra a dar sus frutos en positivo y sostenidos en el tiempo. Lamentablemente, hay pocos canaricultores timbradistas con una linea y personalidad propia, capaces de generar buenos timbrados año tras año. Y para esto, para fijar una linea propia con el objetivo de conseguir timbrados a gusto de cada cual y con calidad contrastada hace falta detectar los ejemplares que transmiten genes positivos. Tal vez a partir de una pareja se puede conseguir esta calidad contrastada sabiendo hacer bien las cosas y acertando en futuros apareamientos. Y tampoco es necesario invertir mucho. Acertar con los reproductores, los educadores y un punto de suerte.
Al contrario de lo expuesto, basado en conservar lo de bueno que tenemos en casa, caso que no estemos satisfechos con nuestros ejemplares, o no cumplan nuestras expectativas, o no tengan capacidad para rendir más y mejor, aconsejo realizar un cambio total y radical. Desprenderse de todos los pájaros y volver a empezar de nuevo.