Una temporada de cría atípica la del 2107 en la que me marqué tres objetivos: sacar 50 timbrados -normalmente crío unos 80-, mejorar mi linea de canto e introducir nuevos floreos.
Efectivamente, he reducido el número de parejas y son unos 50 timbrados los que pueblan mi aviario esta nueva temporada. El año anterior quedé quemado al tener que manejar tantos pájaros, jaulones, voladero, transportines y jaulas de concurso. Criar más pájaros permite muchas posibilidades de seleccionar diferentes acoplamientos y valorar diferentes resultados pero su gestión es complicada para una persona como yo ocupado unas doce horas al día.
Para mejorar mi linea de canto, siempre manteniendo la personalidad intrínseca de mi aviario, el tipo de timbrado que me gusta escuchar, he optado, tras muchas consultas, por utilizar la genética de las hembras. Como mis machos son de canto potente, metálico y vigoroso los he cruzado con hembras huecas hermanas de timbrados tranquilos, melódicos y suaves para compensar la potencia y el vigor de mis ejemplares. ¿Para qué? Pues con un canto más tranquilo, más reflexivo, obtener ejemplares con mayor capacidad de copia y mejor dicción. ¿Y qué tal ha ido el invento? Pues estoy desconcertado, ciertamente. Se conserva la linea de canto si bien los nuevos timbrados -redacto cuando hace una semana que he enjaulado los noveles y aún el canto es incipiente- si bien ha quedado diluida. A ver cómo me explico, que cuesta explicar cómo canta un timbrado. Lo mejor será que más adelante suba un video. Digo que el canto es más pausado, acuoso y rico en matices. La dicción ha mejorado así como la definición de los giros pero todo es más "light". Es mi primera impresión.
Para introducir nuevos floreos incorporé nuevos maestros, no hay otra como no sea enchufar el cd que de momento no me motiva, prefiero una educación natural sin menoscabo de otras opciones. Básicamente el objetivo principal consistía en introducir y fijar la nota tiroli tiroli tiroli y a tal efecto seleccioné un maestro, un bellísimo timbrado gris procedente de un experto criador madrileño, que emitía de entrada siete u ocho tirolis seguidos con una perfecta dicción, como si hablara. Y sólo, hasta el momento, han pillado el tiroli dos ejemplares de esta temporada. Algo grave falla pues no es lógico que sólo dos nuevos ejemplares hayan pillado esta nota, emitida hasta la saciedad en mi aviario. Hembras y machos reproductores tienen una contrastada capacidad de copia. ¿O no? ¿Qué ha fallado? Es la pregunta que me hago y no consigo responder. Este maestro gris fué padre de dos nidadas y sus propios hijos han sido educados por él sin que hayan copiado este característico floreo.
En definitiva, está por ver qué da de bueno esta temporada. Tengo fichados tres timbraditos nuevos que pueden ser extraordinarios y dar mucho que hablar y apuntar a los jueces, espero.
