Tenía previsto aparear los canarios ayer domingo 12 de Febrero festividad de Santa Eulalia pero con la ola de frío siberiano y al estar algunas hembras aún sin celo me limité a colocar las parejas en las jaulas de cría (las hembras ya están desde diciembre en las mismas para que adquieran confianza) separados por rejillas y hoy he puesto nidos. Aproximadamente la mitad de las hembras ya han empezado a elaborar los mismos señal de que andan enceladas si bien el tiempo frío no acompaña para iniciar la época reproducción. Iré juntando las parejas cuyas hembras estén enceladas y denoten claramente su voluntad de iniciar el apareamiento. Con el resto esperaremos pues, la paciencia es una aliada de los canaricultores.
No ha hecho falta esperar con una hembra que desde hace tres semanas mostraba signos evidentes de celo: se arrancaba las plumas de la cola, tenía el bulto de la cloaca prominente sin plumas, piaba repetidamente, batía las alas constantemente y empezó a poner huevos de celo en el suelo de la jaula. Siendo así decidí actuar y le busqué un macho que también iba como una moto de encelado, concretamente un hijo del "Patriarca" 6º en el Catalunya FOCDE. Y se pusieron a la labor, en tres días el nido hecho, el macho fecundó a la hembra repetidamente y tengo una primera puesta de 5 huevos que está incubando de forma admirable dadas las bajas temperaturas alrededor de 11º del aviario y que está previsto que nazcan el 21 de Febrero.
Mientras, el macho hijo del Patriarca lo he devuelto con la hembra que tenía predestinada para él, una preciosa hembrita hermana de los componentes del equipo ganador en el Catalunya FOCDE, del bueno de Sergio Celada y que ya tiene un huevo. Este hijo del Patriarca es un auténtico gigolo, viene de una linea de canarios ancestral, pura, vital, que deseo mantener a toda costa aunque debo conseguir que sus descendientes tengan un canto más melódico, más pausado, con mejor dicción y para ello he buscado las mejores hembras provenientes de timbrados con estas características. Será un trabajo apasionante que espero dé sus frutos en forma de magníficos ejemplares que mezclen la sangre, la pureza, la vitalidad con la armonía, la musicalidad y la proporción en el ritmo de canto.
