Lo que me ha pasado esta tarde en el 42 Concurso de Timbrados del Prat, dudo que lo vuelva a ver. Increíble. Me salen dos lotes justo después de comer, me acerco al pasillo con los porteadores que estaban preparando los pájaros y, ya dispuestos para entrar en las dos salas de enjuiciamiento, atruena -parecía que vibraran las paredes y todo- una música que venía del pabellón de baloncesto anexo, pared con pared. Automáticamente se me alteran los pájaros, especialmente el ejemplar anilla 57 correspondiente a la jaula 146 empieza a saltar desbocado y darse golpes con los barrotes de las jaulas. Pasan unos minutos durante los cuales continúa sonando la música y, por fortuna, todos los ejemplares, excepto el anilla 57, se asientan y calman moderadamente. Incluso, alguno empieza a iniciar el canto. Aún darán la talla, pienso. Pero, para culminar el episodio, aparece la señora de la limpieza empujando un sonoro carro con sus productos y materiales. La señora, al ver los pajaritos, se detiene a dos palmos de las jaulas y habla con voz potente y grave: Qué bonitos los pajaritos! ¿Y qué hacéis con ellos? ¿Y todos son del mismo color? Tras esto, el timbrado pío anilla 57 entró en pánico. Iba de lado a lado de la jaula, se enganchó un ala en los barrotes al tiempo que abría y cerraba el pico con principios de espamos. Ahora sí, a tomar por culo el lote pensaba yo. Quería hasta sacar el pájaro de la jaula para evitar males mayores. Pero cosas veredes, entra el lote ipso facto tras el lance con la señora de la limpieza y, no te lo vas a creer, a los veinte minutos sale el anilla 57 con una planida de 93 puntos y, posteriormente como Gran Premio. Flipas mariposas de colores, el 98% de estos incidentes acaban con el pájaro sin cantar y, lo que es peor, con el lote rindiendo bajo mínimos. Ya le digo a los amigos que ayer en El Prat tuve los dioses de mi parte. Dicho esto, hay que preparar bien los pájaros y tenerlos entrenados en previsión de todo tipo de situaciones.
Espacio dedicado al conocimiento y divulgación del canario de canto Timbrado Español. Bienvenido, este es tu blog.
domingo, 21 de noviembre de 2021
Concurso Timbrado El Prat
martes, 16 de noviembre de 2021
Concurso Timbrado Almassora
Hay ganas de ver a los compañeros, compartir mesa, escuchar timbrados, pasar un rato agradable disfrutando de la afición, traer unas planillas a casa y, algunos afortunados, el jamón. Siendo así, cuando el joven mundialista Jesús Arjona (¿Algún criador más joven que él ha ganado un Mundial de canto?) me explicó, con toda su ilusión, que organizaba de nuevo el concurso en la agradable localidad castellonense de Almassora, no dudé en inscribirme. A estos jóvenes emprendedores los tenemos que apoyar incondicionalmente. Y, especialmente saber comprender, corregir, disculpar, los posibles errores que puedan cometer. Los jóvenes son el futuro de la afición, una afición formada mayoritariamente por gente que peinamos canas que a la que nos despistemos tendremos que celebrar los concursos en los asilos.
El concurso se ha celebrado en una sala municipal dentro de una antigua edificación sita en el barrio antiguo de Almassora. El local amplio y espacioso con buena acústica ha acogido al juez y a unos 6 u ocho metros las sillas para los aficionados. Aunque no era el más adecuado para un concurso de canarios de canto: tras los amplios ventanales revoloteaban palomas. Se oían las campanas de la iglesia anexa, se encendía automáticamente la luz de pasillo y, aunque la sala de enjuiciamiento estaba separada por una cortina, se percibían las constantes variaciones de luz. Hay que comprender, no obstante, que para una sociedad que empieza con la difícil y especial raza de canto, es difícil conseguir un local perfecto para realizar concursos. Y estos inconvenientes hay que asumirlos y aceptarlos. Las condiciones han sido las mismas para todos y los miembros de la Asociación Canaricultora Almassora han hecho lo posible y más para llevar a buen puerto el evento. Y considero que lo han conseguido con nota, el evento se ha desarrollado correctamente sin contratiempos a destacar.