Juan Pablo II en su histórica visita a Cuba pronunció una frase lapidaria: "Cuba se tiene que abrir al Mundo y el Mundo se tiene que abrir a Cuba". El sentido de la frase define la sensación que he tenido en mi segunda participación en el Campeonato de España de Timbrado. Este evento debería salir del ostracismo, abrirse, promocionarse y ser la gran fiesta de los timbradistas españoles. Mi experiencia personal estos dos años es más que positiva, sumamente enriquecedora. Los conocimientos adquiridos y, sobretodo, las nuevas amistades que poco a poco voy forjando, justifican sobremanera el larguísimo y pesado desplazamiento desde mi Girona natal. Recomiendo a todos los aficionados al canario de canto español la visita al Nacional de Talavera, además en la ciudad se come bien y tiene un cierto atractivo turístico como las bonitas fábricas artesanales de cerámica. En general, me he sentido muy bien atendido en esta villa toledana.
Pero el concurso debe evolucionar y abrirse. ¿Cómo? Estas son algunas propuestas que espero ayuden a reflexionar a quien las lea y puedan generar un debate abierto, honesto y enriquecedor que aporte una mejora global en la organización de futuros campeonatos nacionales, por derivación también concursos de inferior nivel, que no menos categoría. Me hubiera sido más cómodo y sencillo no redactar este artículo, pero la comodidad y la sencillez de común son posturas y términos antagónicos con mejorar y evolucionar.
Cambio de fecha. Atrasar el evento una semana más tarde para hacer coincidir el campeonato con la feria ornitológica y la exposición de canarios de postura y color. Actualmente la competición de canto acontece el fin de semana anterior a la exposición lo cual impide que los timbradistas, no podemos disfrutar ni de la feria ni de la exposición. Tampoco el gran público puede disfrutar del maravilloso canto de nuestros timbrados, conocerlos y apreciarlos. De seguir con las fechas actuales, todos perdemos, timbradistas y gran público.
Selección. En el Campeonato de España de Timbrado puede inscribirse cualquier criador federado. La puerta está abierta a todo aquel que pague los 4 euros que cuesta inscribir cada pájaro y los 15 euritos del catálogo. Mal empieza un evento de este nivel cuando no se aplica una rigurosa selección previa de los ejemplares, selección orientada a presentar únicamente timbrados de contrastada calidad. Sirva el siguiente ejemplo: servidor estuvo unos años participando en concursos de pesca deportiva. Para llegar a competir en el campeonato de España un pescador debe quedar entre los primeros clasificados en los sucesivos campeonatos provinciales, regionales y, finalmente, en dos concursos selectivos específicos para tener acceso al Nacional, donde sólo compiten los mejores pescadores de cada región avalados por un estricto proceso meritorio. Con este ejemplo quiero clarificar que habría que cambiar el orden de los factores para mejorar el producto. Y ser rigurosos. Un sistema de selección previo para los aspirantes a participar en el nacional podría consistir en elegir previamente los canarios participantes en los concursos regionales. Sería así necesario y conveniente convocar los campeonatos regionales de canarios timbrados con quince días de antelación al de España. Sólo los mejores ejemplares -¿Cinco equipos y veinte en individual tal vez? ¿U otra cantidad relativa al número de federados por autonomía?- de cada región obtendrían por méritos propios el derecho a participar. Otro sistema de selección podría consistir en obligar al criador aspirante al Nacional a presentar dos planillas oficiales obtenidas el mismo año que acrediten un mínimo 89 ó 90 puntos en individual y 356 en equipos. Este último sistema tal vez sea mejor al fomentar la participación de criadores de nivel -los aspirantes a Campeones de España- en los concursos sociales y, de esto modo, mejorar la calidad de los mismos. Para optimizarlo, pues será difícil mover las fechas del nacional obligaría a empezar los concursos sociales la primera semana de Noviembre o la última de Octubre. Ambas propuestas mejorarían el nivel medio de los canarios que concursan y asegurarían un criterio de calidad mínimo y deseable. Aquel que se siente a escuchar canarios en Talavera sabrá que estará escuchando bien los mejores timbrados de cada región bien timbrados con un mínimo de 89 puntos.
Anunciar en un cartel a la vista del público el nombre y horario de los participantes. En el Nacional se enjuician los pájaros en un colegio, ocupando tres aulas para este menester. En cada sala y de modo simultáneo van entrando los lotes de los diferentes criadores. Todos queremos escuchar los mejores canarios de canto. No puede ser, como ha sucedido, que aficionados recorran cientos de kilómetros y no sepan qué criador se está juzgando en cada sala más que por el boca a boca de otros compañeros. Es cierto que la gente de la organización te pueden decir de quién serán los lotes que van a salir pero, claro, hay que ir preguntando y, atareados como están, uno no quiere molestar pidiendo cada hora y se sienta a la babalá en una sala cualquiera de las tres y a ver qué suena. Y a veces piensa y se pregunta, ¿Para escuchar esto he venido hasta aquí? ¿Qué cuesta poner un planning detallado en el que figuren los horarios, los lotes de los criadores participantes y la sala en que serán juzgados?
Imprescindible en un evento de esta calidad y esta importancia - se están juzgando los mejores canarios timbrados de España - disponer mínimo dos jueces, mejor tres, que juzguen simultáneamente cada lote y que la puntuación sea la media de los fallos. En el primer párrafo hablaba de apertura, también voy a hablar de claridad y transparencia. Un árbitro de fútbol emite su veredicto al instante ante millones de espectadores. ¿Por qué los jueces, rellenada la planilla no dicen de viva voz ante los presentes el resultado? A 94 B 87 C 94 D 82 ¿Qué cuesta decirlo? ¿Por qué no se exponen las puntuaciones al alcance del público? Estamos en el 2016, por si alguien no se ha enterado, nuestra sociedad recibe información directa de modo inmediato. Los concursos de timbrados deben estar de acuerdo con la sociedad actual, salir del ostracismo y proporcionar, en beneficio de participantes y público información inmediata, precisa, clara y transparente. Todo enfocado a mejorar la comunicación entre organización, jueces, participantes y público y, así, evitar suspicacias que a todos perjudican y a nadie beneficia.