domingo, 6 de octubre de 2024

La ilusión que genera esperanza

Anda el colectivo timbradista ocupado estos días. Es tiempo de enjaular, digo de emplazar los machos noveles dentro de las jaulas de canto. La pregunta que más se escucha en conversaciones telefónicas y mensajes de Washsapp es ¿Ya has enjaulado? El canaricultor está ilusionado, tiene ganas de escuchar los jóvenes timbrados, de que cierren el canto, de confirmar -para bien o para mal- que el trabajo realizado a lo largo de la temporada de cría y educación ha sido satisfactorio. Los más veteranos o expertos, a tenor de lo escuchado en los voladeros durante el verano y principios de otoño, ya tienen una idea válida de lo que cada cual tiene en su casa. A los nuevos o recién llegados, les cuesta más. Considerar que durante esta época de finales de verano los machitos jóvenes realizan muchos cambios en su canto. Cambios a veces desconcertantes. Uno puede quedar maravillado un día con el canto de un novel y, los días posteriores, escuchar el mismo ejemplar repasando o con notas embarulladas sin una canción clara o mínimamente articulada. Si no hay faltas en el canto (rascadas, estridencias, ch acusada, etc.) esta coyuntura no tiene mayor problema. Forma parte de su propio aprendizaje en el que pasan etapas de afirmación con otras como de reflexión. Incluso a veces parece como si retrocedieran en el tiempo y volvieran a repasar. Paciencia, tranquilidad y buenos alimentos. Piensa que se comportan como adolescentes. Están inseguros y expectantes. Unos días parecen adultos y otros vuelven a ser niños. 

Para todos, estos son días de ilusión. Una ilusión que genera esperanza. La esperanza de tener ejemplares a gusto de cada uno -es una de las singularidades de esta raza, cada criador puede canalizar sus canarios hacia el tipo de canto que más le agrade- y cualitativamente mejores a los de la temporada anterior. 


Tengo la impresión que esta temporada -¿Será por el cambio climático?- andan los timbrados más adelantados. Son muchos los que ya han enjaulado, recibo muchos mensajes y videos con canarios cantando en la mesa con canto cerrado. Personalmente, he intentado aguantar tanto como he podido mis ejemplares dentro de los voladeros. Hasta hace como una semana iban repasando, tranquilos y relajados sin más preocupación. Pero los últimos días el cambio en mi modesto aviario ha sido significativo. De una cierta apatía -la semana pasado hablando con compañeros les refería que tardaría en enjaular, que los veía verdes- mis 28 machitos, no todos, eso sí, han pasado a tener una actividad frenética. Cantos vigorosos, alas bajadas retándose unos a otros y persiguiéndose agitados por el voladero. A enjaular se ha dicho. Paulatinamente, empezando por los más "fieros" o adelantados y así progresivamente. 



He pasado el domingo entretenido, ocupado, desde buena mañana. Sacar las jaulas de madera, repasarlas de limpieza, lavar bebederos y comederos, emplazar los palos, preparar bizcocheras,... Con la oreja puesta y el ojo atento a los voladeros. Al final de la tarde, he enjaulado los 5 primeros. Riverita me ha dado un consejo, otro más de muchos: es mejor enjaular hacia el final de la tarde. El pájaro así duerme durante la noche y, al transcurrir unas horas descansando relajado, padece menos por el cambio de emplazamiento. 
Amigo lector y criador, te deseo toda la suerte del mundo en esta nueva etapa. Que esta esperanza generada por tu ilusión sea una realidad cierta. 


jueves, 15 de agosto de 2024

El timbrado medio ciego

 

Cuando saltó del nido este timbrado isabela anilla 8/2024, me dí cuenta que el animalito tenía una anomalía en el ojo izquierdo. Éste estaba cubierto por un velo grisáceo, como si de unas cataratas se trataran. Soy totalmente negado para la detección de enfermedades, un punto débil que tengo como criador. Y era la primera vez que me encontraba con un problema de este tipo. Pensé, en mi ignorancia, que podría tratarse de una herida durante su estancia en el nido provocada, tal vez por sus padres o algunos de sus hermanos, con la uña o el pico. Incluso, al no detectar sangre o rasguños, no descarté una afección genética o similar. 
Hijo de la pareja 7/2024, el timbrado isabelo plata lo separé junto a sus hermanos en una jaula de metro. Al poco de separarlo, empezó a repasar. Macho fijo. Y lo volví a separar en uno de los voladeros de dos metros junto a los otros noveles machos de mi línea isabela y los maestros para que completara su desrrollo y educación. El mismo emplazamiento donde sigue ahora y desde el cual he tomado las imágenes que ilustran este artículo. 
Sigo con especial interés la evolución de este ejemplar, siento una gran compasión por él. La afectación que padece lo mantiene constantemente desorientado. Gira la cabeza en todos los sentidos, se mantiene estático posado en un palo, realiza los mínimos desplazamientos y su desarrollo físico se ha visto notablemente mermado. Padece un problema significativo de crecimiento, es como un tercio más pequeño en tamaño que sus hermosos hermanos y hermanas -me gustan los timbrados de buen tamaño, especialmente las hembras, que sean grandes y gordotas. Interpreto que, al tener la visión reducida, no se atreve a volar dentro del voladero. Y esto ha menguado su físico. Además significar que, cuando relleno comederos, bizcocheras o lechugueras, pierde todas las riñas por alcanzar la comida con sus compañeros de jaulón. Es el último en comer. Me dá mucha tristeza verlo, pobrecito, esperando que acaben de comer los demás para alimentarse. Y tengo ciertos remordimientos de conciencia por no haber actuado en su momento, al destetarlo. No pensaba que podría acabar así, tan desplazado. Ni lo pensaba ni volverá a ocurrir. 


 ¿El futuro del timbrado medio ciego? De tanto en tanto arranca a cantar, tiene buena voz. Eso sí, los repasos son cortos, carecen del vigor y la potencia característicos de esta raza de canarios de canto. Hay que esperar a Octubre para ver cómo evoluciona, aunque pinta mal el asunto. Prácticamente está descartado para concursos -los concursos hoy día son auténticas competiciones donde sólo tienen cabida ejemplares en plenitud física-, aunque tengo una remota esperanza que me sorprenda con su canto. Corren leyendas en este sentido, de extraordinarios cantores ciegos. Difícil lo veo que ocurra este factor sorpresa, hay que ser realista. Por más que uno tenga un carácter positivo las cosas son como son y el pájaro es como es. Lo más seguro que en Octubre lo regale a una de las abuelitas de mi pueblo para que le haga buena compañía. Me aseguraré de que esté muy bien cuidado, sobre todo. 




domingo, 14 de julio de 2024

Cuidar los pájaros

 

Pasada la época de cría, con los pájaros ya en voladeras llega un período de cierta apatía en los aviarios. El criador, desgastado tras la tensión y la constante ocupación del período de cría, se deja ir. Pierde la atención, disminuye la concentración, entra en un período de apatía y dejadez. Evidentemente, no todos los criadores si bien la situación que planteo es válida y son muchos los que durante el verano se limitan a poner agua, lechuga, repostar comederos y poco más. En verano hay muchos otros alicientes (playa, piscina, barbacoas, reuniones con amigos, conciertos, viajes, etc.) y los pájaros pasan a un segundo plano. Craso error. 

La muda es un momento crítico para nuestros canarios. Si no cambian bien la pluma se puede asegurar que no estarán a punto para concursos y tendrán problemas el próximo año para criar. Esto es cierto. Además, en tiempo cálido el aviario es un nido de cultivo de todo tipo de microbios, bacterias y bichos asquerosos afines. ¿Cómo proceder? Lo principal es extremar la limpieza. Jode, y más en verano con calor, ponerse a limpiar pero es imprescindible tener el aviario impoluto, limpio y desinfectado. Tal vez no llegar al extremo de un compañero del Casar de Guadalajara que tiene fama de no-tener-un-grano-de-alpiste-en-el-suelo y de que se puede comer en su aviario, pero sí tener jaulas, rejillas, comederos, palos y mobiliario en perfecto estado de revista. Como en la mili, vamos. 

Es importante, cabe imprescindible, poner agua fresca en los bebederos mínimo una vez al día preferentemente al mediodía. Otros cuidados específicos durante la muda son el baño diario y la aportación extra de frutas y verduras. Mi mujer es una devoradora de sandía, guardo las cáscaras y se las pongo dentro prácticamente a diario. Disfrutan como enanos y les aporta frescor y vitaminas. No hay que decir que la mixtura debe estar siempre limpia y los comederos llenos, aportar pasta de cría -prefiero la mórbida- a diario y poco más. Que son veinte minutos al día para un aviario con cincuenta pájaros.

 

El año anterior probé el Nekton Bio y me funcionó de cine. En tres semanas completaron la muda con un plumaje lustroso. Es un producto que me atrevo a recomendar. 

En definitiva, en verano también hay que cuidar los pájaros.


lunes, 25 de marzo de 2024

La mejor época del año

 La temporada de cría es la mejor época del año para el canaricultor. La primavera del aficionado transcurre rápido, es un tiempo relativamente breve lleno de emociones: seleccionar los reproductores, alimentarlos bien, ubicar las hembras en las jaulas de cría, prepararlas adecuadamente, poner los nidos, ver cómo, prestas y diligentes, los rellenan de pelote, poner los machos y ser testigo del momento mágico de la fecundación cuando una vida empieza a crearse. Los primeros huevos, la tensa espera de los 5 días para comprobar que están fecundados, la más larga espera de los 13 días para ver nacer los pichones. Anillarlos, verlos saltar del nido, verlos alimentarse por sí mismos y, finalmente, como culminación de todo el proceso, la enorme satisfacción de admirarlos ya independientes en los amplios voladeros con toda una vida por delante. 


El canaricultor asume temporada tras temporada una elevada responsabilidad, se transforma en un gestor de nuevas vidas. El aficionado juicioso y motivado persigue, con su altruista empeño derivado de su entusiasmo por la vida animal, generar ejemplares cada vez mejores. Alberga el íntimo deseo de obtener canarios cualitativamente superiores a sus padres, los reproductores que metódicamente ha seleccionado y preparado. Y sabe que no es fácil, pocos serán los pichones que llegarán a cumplir las elevadas expectativas autoimpuestas por el exigente criterio de nuestro hombre o mujer. 




¿Por qué y para qué? Es una pregunta que constantemente me hago para responder cuestiones que se me van planteando en todos los ámbitos. ¿Por qué y para qué criar? Hay tantas respuestas como criadores si bien una en común: crear nuevas vidas. Unas frases más arriba he dejado expuesto un planteamiento - conseguir ejemplares cualitativamente superiores a sus padres - que puede ser válido para criadores exigentes o que participan en concursos. Algunos con elevado espíritu competitivo -totalmente respetable si bien no lo comparto -  llevan este planteamiento hasta el extremo, crían sólo para obtener canarios para competir. En sentido opuesto, hay aficionados que no concursan y sólo crían por el placer mágico y fascinante de ver crecer los pichones. Como una sana distracción o entretenimiento que proporciona un elevado beneficio emocional y psicológico. 



Es sabido que tener mascotas reduce el estrés y genera salud emocional positiva. Generar nuevas vidas a través de una sana afición como la canaricultura, es una preciosa experiencia. 




Sea cual sea el fin que se persiga, la temporada de cría es la mejor época del año. 



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