Para cualquier canaricultor resulta siempre grato visitar nuevos aviarios, por más modesto que sea el criador siempre se obtienen detalles y enseñanzas de interés. Pero en el caso de Luis Parra los detalles y enseñanzas nos han abrumado, sorprendido. Es un auténtico bricolero, un "McGuiver", que se ha montado una magnífica batería de jaulas de cría RSL por él modificadas y ha creado un sistema de limpieza por rollo de papel adaptado a las mismas. Destacar el circuito automático de alimentación de agua todo un prodigio, al menos para mí que soy totalmente negado para cualquier trabajo manual y para quien clavar un taco en la pared constituye un suplicio, que le permite un ahorro importantísimo de tiempo al abrevar todo el aviario a través de un único depósito. Sinceramente es de admirar este circuito suministrador de agua por lo práctico del mismo. Y qué decir de los voladeros que dispone en la azotea, auténticas obras de arte propias de un diseñador de un zoológico o exposición ornitológica que transmiten todo el amor que el bueno de Luis tiene por los pájaros. Cría silvestres, canarios de color cobre, rizados y una pareja de timbrados si bien de cara a la próxima temporada ampliará notablemente el número de parejas de canarios de canto timbrados. Importante, todas las instalaciones limpias, perfectamente limpias y en perfecto estado igual que los cientos de ejemplares de que dispone. En nombre de mi hijo Ismael y del mío propio agradecemos a Luis su hospitalidad, su humildad y el regalo de un bonito jilguero nacido en cautividad, cuya cría mi hijo está intentado de momento esta temporada sin éxito pero seguirá persistiendo que a tozudo pocos le ganan.
