Relataba el 21 de Febrero que esta bonita timbrada blanca con ojos de pirata enmascarado no había iniciado ni la construcción del nido ni se la veía dispuesta a hacerlo. Actitud significativamente diferente a la de las otras 11 hembras reproductoras de mi aviario. Relataba asimismo que pocas esperanzas tenía que esta hembra generara descendencia alguna. ¡Hombre de poca fé!
La concedí tiempo. Permaneció tranquila, reposada, bien alimentada pero suspendido el suministro de vitaminas para afianzar el proceso reproductor cuyo ciclo había cumplido -el del suministro de vitaminas, digo. Pasaron los días, no tantos unos diez aproximadamente y, se obró el milagro, que fuí siguiendo al principio atónito y después complacido. Empezó la pirata a fabricar el nido. Lo demás siguió el proceso normal en la cría de canarios: completó la fabricación del nido, aceptó el macho -maravilloso verde portador de isabela- no sin algún aspaviento, puso 5 huevos, los incubó solícita y, días atrás, nacieron 5 pichones de los cuales a fecha de hoy sobreviven 4, entre ellos una hembra isabela.
De momento la historia está teniendo un desenlace venturoso. El problema que relataba no era otro que un celo tardío. A veces tenemos la explicación frente nuestro y nos complicamos buscando interpretaciones fuera de lugar.
*Déjame que procure para tí
Eres tú mi artista preferida,
No tienes rival.
Me paso el tiempo viéndote venir
Prometo estarte agradecido.
* Extracto de la canción "Agradecido" del rockero Rosendo Mercado.
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